Deslizamientos en la antropología: la escritura, sus límites y alcances

Las escrituras a lo largo del quehacer de la antropología han dado a conocer los trabajos de gabinete y de campo realizados a lo largo de nuestra historicidad, el transcurrir del tiempo nos deja evidencia y testimonio de quienes representan gráficamente sus textos, diferentes teorías, metodologías y estilos dan cuenta de los hechos reales convertidos en descripciones etnográficas, para producir en la textualidad campos semánticos que permiten comprender a los lectores el sentido del quehacer científico sobre otras culturas. La diversidad mostrada se convierte en el conocimiento que tenemos de esas sociedades, cuya distinción permanece en el tiempo y en muchas ocasiones inmersas o resistiendo el embate del progreso occidental, de cualquier forma, el hacerlos presentes a través de la investigación que realizamos posibilita la materialización de un vínculo permanente: para ellos, quienes en primera persona se convirtieron en parte de las descripciones y los análisis realizados, al tiempo en que se pudo rescatar conocimientos de quienes ya no están entre nosotros, a través de los recuerdos orales o escritos de otras épocas y del presente mismo, el conglomerado de narraciones denotan en la práctica el camino de la diversidad como el efecto recursivo que regrese con quienes hemos estado conviviendo en el marco de sus cotidianos, al tiempo de dar a conocer en los textos sus culturas, sus cotidianos, sus luchas y las formas en que se hacen presentes a partir de sus escritos en muchas ocasiones. El conocimiento producido se puede convertir en parte de sus saberes al igual que para nuestra mismidad, esto debería transformarse en la aceptación institucional de mundos y culturas diferentes, que deben proseguir el camino deseado para que ellos puedan escoger como sociedades, comunidades y etnicidades el camino deseado, para poder fincar en este devenir los posibles deslizamientos en favor de un futuro anhelado de autonomías concebidas y, con ello, nuestra validación de la diversidad cultural independientemente de las políticas de cualquier estado nacional.

En este sentido, nos dimos a la tarea de escribir diferentes capítulos para este volumen. Siempre teniendo en cuenta que a lo largo del tiempo de nuestra ciencia, esta no siempre consideró lo humano como un factor de equidad de la diversidad cultural, el pasado colonial convalidó en buena medida el fortalecimiento de los estados nacionales e imperiales y, desde este posicionamiento, existen corrientes conservadoras que se abrigaron en nuestro presente vivo en las prerrogativas neoliberales, que les han beneficiado en decrimento muchas veces de la gente y los grupos con los que trabajan, además de perjudicar esos trabajos el desarrollo de una antropología en sentidos compartidos, que apoye con sus investigaciones el mejoramiento de la vida intelectual, social y político de las mayorías.

Este recorrido, en ocasiones problemático por los posicionamientos ideológicos y políticos nos deja evidencias tangibles de lo que se debe hacer de acuerdo a una ética política compartida con las diferencias, pero igualmente de lo que no se debería hacer con los grupos con los que trabajamos y bajo este abanico de diversidad, se llegó a la crítica de los modelos actuales y del pasado, bajo nuevos paradigmas interpuestos a través de las posturas poscoloniales o decoloniales, hasta llegar al pensamiento crítico en el que se crean emergencias como la antropología inversa, que detonan en los diferentes discursos que convergen de forma conservadora con los modelos neoliberales, hasta traspasar las fronteras para intentar construir antropologías, que buscan en los sentidos compartidos llegar a las culturas estudiadas, para salvaguardar desde la resistencia teórica/pragmática la política, la economía y la administración de nuevos modelos epistémicos y pragmáticos que refieran el mundo real desde una posición crítica, que permita cierto tipo de deslizamientos del cambio a la transición social.

Bajo esta premisa nos dimos a la tarea de construir este volumen, que abarca diferentes puntos de vista desde cada una de las escrituras etnográficas, etnológicas y antropológicas con diferentes intersecciones de la literatura, la filosofía, la historia, la comunicación, la economía y la ciencia política en su nivel pragmático y teórico, para confluir en una serie de capítulos que nos conducen por diferentes caminos, que las distintas antropologías y la ciencia siguen en nuestro presente prolongado, al tiempo de constituir un corpus discursivo que adquiere sentidos de verosimilitud a través de la experiencia de campo y de gabinete, el pasado y el presente vivo nos proporcionan las texturas que significan en su interior la capacidad retórica de producción de eventos ocurridos y que, en su representación escriturística conforman acontecimientos que posibilitan comprender, interpretar, explicar y conocer la diversidad cultural en diferentes líneas de tiempo; para poder construir una cartografía del tiempo, aterrizado en espacios que configuran la relación del sujeto con el mundo circunscrito en el que se encuentra en cada una de sus escalas de análisis.